Colinas de Carrasco
MEMORIA
Su arquitectura de partido está cuidadosamente concebida a partir de un patio central.
La vivienda unifamiliar está generada a partir de espacios que actúan como filtros sutiles, estableciendo una gradación desde lo público a lo privado, desde lo social a lo íntimo. Al ingresar, el pórtico y el cerco frontal dan la bienvenida, escoltando el gran secreto de la casa. El primer patio, de carácter más público, se presenta no solo como recibidor del acceso principal, sino también como un santuario íntimo. El mismo es entendido como una extensión del espacio interior, donde el los límites de su uso radican exclusivamente en la mente del habitante. Allí, la arquitectura crea un espacio seguro y cálido para las confidencias.
Avanzando hacia el interior, el patio mayor se despliega como epicentro dominante. Un árbol majestuoso domina este espacio, y su presencia envuelve el ambiente con una sensación de calma y serenidad. La vegetación, cuidadosamente controlada, se extiende con gracia, creando un marco introspectivo.
Sin embargo, el marco del parque extendido se descubre desde el interior. En contraste con el patio mayor, aquí la vegetación se muestra más salvaje y libre. Esta dualidad crea un ecosistema particular con una identidad única y fascinante.
La casa se convierte así en un refugio permanente, un lugar donde los habitantes encuentran paz y conexión con la naturaleza. Cada rincón guarda un eco de vida y cada elemento habla de una identidad propia, logrando el relato del descubrimiento.
FICHA TECNICA
Equipo de proyecto:
Responsable de proyecto:
Arq. Juan Javier Pirez
Equipo de diseño:
Arq. Miguel Leibner
Arq. Federíco Cardozo
Bach. Juan Diego Ponce de León
Bach. Agustín Viera