MEMORIA

Esta casa es un relato único, lleno de identidad. Está implantada sobre una duna marítima, rodeada  de un bosque de pinos marítimos en el entorno de la Laguna del Sauce.

El camino a la laguna nos lleva a un terreno que naturalmente se hunde, un llano entre dunas que se elevan más hacia el norte, esto implica que la arquitectura debe dar una respuesta a un horizonte que gobierna la calle, más elevada, y que podría vulnerar el mundo de la casa.

Ahí se toma un partido: presentar un monovolumen de hormigón, como una piedra artificial, casi artística, escultórica, que se cierra hacia el exterior. Una expresión anodina de fachadas que tiene como protagonista la única piedra artificial de un hormigón de tablas, que evidencia accidentes, nudos, arrugas; un mundo crudo.

Al conquistar el interior de la casa, la apertura del bosque es total. El área social por un lado se vuelca al campo de golf, gran planicie verde con bosques distantes por un lado, y por el otro un patio que venera el tótem del pino marítimo, como si fueran dos fustes de columnas dóricas iluminadas desde abajo, marcando su textura de tronco estriado.

FICHA TECNICA